APARATO RESPIRATORIO. Intercambio Gaseoso
El aparato respiratorio generalmente incluye tubos, como los
bronquios, usados para cargar aire en los pulmones, donde ocurre el intercambio
gaseoso (hematosis). El diafragma como todo músculo puede contraerse y relajarse.
Al relajarse los pulmones al contar con espacio se expanden para llenarse de
aire y al contraerse el mismo es expulsado. Estos sistemas respiratorios varían
de acuerdo al organismo.
En humanos y otros Animales, el sistema respiratorio
consiste en vías aéreas, Pulmones y músculos respiratorios que medían en el
movimiento del aire tanto adentro como afuera del cuerpo. Intercambio de gases:
es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, del animal con su medio.
Dentro del sistema alveolar de los pulmones, las moléculas de Oxígeno y Dióxido
de carbono se intercambian pasivamente, por difusión, entre el entorno gaseoso
y la Sangre. Así, el Sistema respiratorio facilita la oxigenación con la
remoción contaminante del dióxido de carbono -y otros gases que son desechos
del metabolismo- de la circulación. El sistema también ayuda a mantener el
balance entre ácidos y bases en el cuerpo a través de la eficiente remoción de
dióxido de carbono de la sangre. (Peñafiel, 2019)
Elaborado por: Renatto Peñafiel
INTERCAMBIO DE GASES
La principal función del aparato respiratorio es el
intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. El oxígeno inhalado penetra en los
pulmones y alcanza los alvéolos. Las capas de células que revisten los alvéolos
y los capilares circundantes se disponen ocupando el espesor de una sola célula
y están en contacto estrecho unas con otras. Esta barrera entre el aire y la
sangre tiene un grosor aproximado de una micra (3/10 000 cm). El oxígeno
atraviesa rápidamente esta barrera aire–sangre y llega hasta la sangre que
circula por los capilares. Igualmente, el dióxido de carbono pasa de la sangre
al interior de los alvéolos, desde donde es exhalado al exterior.
La sangre oxigenada circula desde los pulmones por las venas
pulmonares y, al llegar al lado izquierdo del corazón, es bombeada hacia el
resto del organismo. La sangre con déficit de oxígeno y cargada de dióxido de
carbono vuelve al lado derecho del corazón a través de dos grandes venas: la
vena cava inferior y la vena cava superior. A continuación, la sangre es
impulsada a través de la arteria pulmonar hacia los pulmones, donde recoge el
oxígeno y libera el dióxido de carbono. (Peñafiel, 2019)
Elaborado por: Renatto Peñafiel
Intercambio
gaseoso entre los alvéolos y los capilares
Para mantener el intercambio entre oxígeno y dióxido de
carbono, entran y salen de los pulmones entre 5 y 8 L de aire por minuto, y
cada minuto se transfiere alrededor del 30% de cada litro de oxígeno desde los
alvéolos hasta la sangre, aun cuando la persona esté en reposo. Al mismo
tiempo, un volumen similar de dióxido de carbono pasa de la sangre a los
alvéolos y es exhalado. Durante el ejercicio, es posible respirar más de 100 L
de aire por minuto y extraer de este aire 3 L de oxígeno por minuto. La
velocidad de entrada del oxígeno en el organismo es una medida importante de la
cantidad total de energía consumida por este. La inspiración y la espiración se
llevan a cabo gracias a los músculos respiratorios. Los tres procesos
esenciales para la transferencia del oxígeno desde el aire del exterior a la
sangre que fluye por los pulmones son: ventilación, difusión y perfusión.
- La ventilación es el proceso por el
cual el aire entra y sale de los pulmones.
- La difusión es el movimiento espontáneo de gases entre los alvéolos y la sangre de los capilares pulmonares sin intervención de energía alguna o esfuerzo del organismo.
- La perfusión es el proceso por el cual el sistema cardiovascular bombea la sangre a los pulmones.
La circulación corporal es un vínculo esencial entre la
atmósfera, que contiene oxígeno, y las células del cuerpo, que lo consumen. Por
ejemplo, el aporte de oxígeno a todas las células musculares del organismo
depende no solo de los pulmones sino de la capacidad de la sangre para
transportar oxígeno y de la capacidad de la circulación para llevar sangre al
músculo. (Peñafiel, 2019)
Elaborado por: Renatto Peñafiel
PRESIONES
RESPIRATORIAS
Presiones inspiratorias y espiratorias máximas
La presión inspiratoria máxima (PIM) y la presión
espiratoria máxima (PEM) miden, a través de una boquilla conectada con un
medidor de presión, la fuerza de los músculos respiratorios cuando el paciente
inhala y exhala respectivamente.
Las presiones máximas se reducen en las enfermedades que
afectan a los músculos y junto con la espirometría, se miden a menudo para el
seguimiento de la situación respiratoria de los pacientes con enfermedades
neurológicas y para la indicación de ventilación mecánica no invasiva
domiciliaria.
Prueba de Olfateo o Esnifeo
Prueba de Olfateo o Esnifeo
La prueba esnifar, es otra de las técnicas que se usan para
el estudio de la función muscular de los pacientes neuromusculares como
complemento de la PIM y PEM.
Consiste en la colocación de un tapón en la nariz que va
conectado a un aparato que mide la presión y los pacientes lo único que tienen
que hacer es “esnifar”. Como esnifar es un gesto muy natural a veces da una
estimación más exacta de la presión que son capaces de general los músculos
inspiratorios.
Es muy útil en aquellos pacientes que no son capaces de
ocluir completamente los labios alrededor de una boquilla. (Peñafiel, 2019)
Fuente: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0028-37462014000400005
elaborado por: Renattp Peñafiel
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